Alarma en el San Carlos Borromeo: una “broma” que terminó en amenaza y puso en vilo a toda la comunidad educativa

Villa Madero quedó sacudida el último fin de semana luego de que circulara en redes sociales un mensaje anónimo que anunciaba un posible hecho de violencia contra el Colegio San Carlos Borromeo, una de las instituciones más tradicionales de la zona. Aunque las autoridades lograron actuar con rapidez, identificar a los responsables y descartar la existencia de un peligro real, la situación generó horas de temor, incertidumbre y preocupación entre estudiantes, familias y docentes.

El episodio comenzó cuando, en distintas cuentas de Instagram y WhatsApp, apareció un texto que advertía sobre un ataque armado dentro de la escuela. La viralización inmediata del mensaje encendió las alarmas: en cuestión de minutos, madres, padres y alumnos comenzaron a comunicarse entre sí, mientras algunos grupos llegaban hasta la puerta del colegio buscando respuestas.

Desde la institución, que depende del Obispado de San Justo, confirmaron que la amenaza fue detectada de manera temprana y que, tras una rápida investigación interna, se logró identificar a los responsables. En paralelo, se dio aviso a las fuerzas de seguridad y a la Justicia, iniciándose las actuaciones legales correspondientes.

En un comunicado emitido el 27 de septiembre a las 18 horas, el colegio señaló que los jóvenes implicados habrían considerado el mensaje como “una broma”. Sin embargo, la conducción aclaró que, más allá de la intención original, el solo hecho de escribirlo y difundirlo desencadenó una reacción de temor colectivo, además de activar protocolos policiales y escolares de emergencia.

Para reforzar la seguridad, se solicitó la presencia de un móvil policial fijo en la zona. “No existen indicios de una amenaza real, pero queremos transmitir tranquilidad a la comunidad”, remarcaron las autoridades, al tiempo que aseguraron que se aplicarán sanciones disciplinarias para que este tipo de conductas no vuelvan a repetirse.

Además, el colegio informó que se pondrá en marcha un programa de acompañamiento educativo para los estudiantes involucrados, con el objetivo de que comprendan la gravedad de lo sucedido y asuman responsabilidades en un marco de contención y cuidado.

El comunicado también pidió a las familias que eviten difundir rumores en redes sociales y que, en caso de recibir mensajes alarmantes, se comuniquen directamente con la institución. “Sabemos que este tipo de situaciones generan inquietud en distintos niveles de la comunidad. Por eso necesitamos del compromiso de todos para actuar con responsabilidad”, concluyó el escrito.

El caso volvió a encender el debate sobre cómo impacta el uso de redes sociales en las escuelas, especialmente cuando se trata de adolescentes. En la comunidad educativa de Villa Madero, las conversaciones giran alrededor de un mismo eje: la necesidad de fortalecer el diálogo, la prevención y la contención emocional dentro y fuera del aula.

Lejos de tomarlo como un simple error juvenil, en el Borromeo dejaron claro que no habrá margen para la tolerancia frente a amenazas, aunque se presenten disfrazadas de “chistes”. Y el mensaje final fue categórico: “La escuela es un espacio de paz, no de violencia. Vamos a seguir trabajando para que toda la comunidad se sienta segura”.