Amenazas y miedo en Tapiales: suspendieron las clases en la Secundaria N°4

La mañana del viernes en Tapiales no fue una más. La Escuela Secundaria N°4 “Dr. Eduardo Acevedo” decidió suspender las clases luego de que circularan en redes sociales amenazas anónimas de tiroteo dirigidas contra alumnos y contra la directora, Alicia Abraham. El hecho encendió la alarma en la comunidad educativa y derivó en la presencia policial en la puerta del establecimiento.

Las advertencias comenzaron a viralizarse durante la noche del jueves. Desde un perfil anónimo en Instagram se publicaron frases inquietantes como “mañana vamos a caer y vamos a tirotear al que tengamos que matar” y “cada gil que se cruza lo hacemos pollo”. También aparecieron imágenes de municiones, que multiplicaron el miedo entre padres, docentes y estudiantes.

El primer medio en cubrir la noticia fue el portal local Tapiales Hoy, con la presencia en el lugar del periodista Pablo Carlos Bodego, quien reflejó el clima de conmoción entre las familias que aguardaban en la vereda a la espera de definiciones. Recién más tarde, la situación tomó alcance provincial cuando llegó a la pantalla de Telefé Noticias.

La decisión de suspender las clases se tomó de manera preventiva. Desde primera hora, móviles policiales se apostaron en las inmediaciones del edificio y funcionarios de la cartera educativa bonaerense se comunicaron con la conducción de la escuela. La incertidumbre, sin embargo, quedó planteada: “¿Qué pasa el lunes? ¿Cómo se atiende a los chicos que tienen miedo?”, se repetían entre los padres.

El caso no quedó en una simple denuncia policial. La Dirección de Legal y Técnica Educativa de la Provincia elaboró un documento en el que advierte sobre la gravedad de la situación y solicita medidas urgentes de resguardo. Allí se detallan las publicaciones de Instagram, que incluían frases como “mañana vamos a tirotear la escuela”, “los vamos a matar a todos” y “mañana se mueren todos”. El escrito compara el episodio con la modalidad de mass shootings en escuelas extranjeras y advierte que la reiteración de este tipo de amenazas puede generar daños psicológicos duraderos.

Entre las medidas requeridas figuran: presencia policial permanente dentro y fuera del edificio; control de accesos en horarios de entrada y salida; prohibición de ingreso a personas ajenas; posibilidad de que la fiscalía ingrese a la institución fuera del horario escolar si fuera necesario; y la identificación inmediata de los responsables para avanzar con sanciones penales. También se solicitó asistencia psicológica y espacios de contención para toda la comunidad educativa.

Aproximadamente a las 18 horas, tanto la Dirección General de Escuelas bonaerense como el equipo directivo de la EES N°4 difundieron comunicados oficiales. En la gacetilla dirigida a las familias, la escuela afirmó: “Rechazamos todo acto de violencia y afirmamos con convicción que la escuela es un espacio para la construcción de vínculos pacíficos y fraternos”. Además, se convocó a una reunión informativa y de reflexión colectiva el lunes 29 de septiembre a las 12 horas, con la participación de dos familias referentes por curso.

El comunicado también confirma que la Jefatura Regional y Distrital gestionó una Medida de Resguardo Judicial, que compromete a distintos organismos en el acompañamiento y protección de la comunidad educativa. “En estos días se trabajará durante las clases con los estudiantes en espacios de diálogo y reflexión”, se explica, con la intención de procesar lo ocurrido y garantizar un regreso seguro a la actividad.

Tapiales, un barrio habitualmente tranquilo, vivió una jornada marcada por la incertidumbre. La Secundaria N°4 quedó en el centro de la noticia y los padres insisten en que no puede quedar en el olvido. “Hoy no hubo clases, pero lo que necesitamos es que haya garantías para que mañana nuestros hijos puedan volver a estudiar sin miedo”, se escuchaba entre las familias a la salida de la escuela.

Después del sacudón, la expectativa está puesta en el lunes. Con policías en la puerta, docentes dispuestos a acompañar y familias convocadas a participar, la comunidad espera que la amenaza quede atrás. Pero también que, esta vez, sirva como punto de partida para que se establezcan protocolos claros y firmes que eviten que el miedo vuelva a ser parte de la rutina escolar.